Instrumentos de evaluación alternativos a las rúbricas
La complejidad de técnicas de evaluación propias de un modelo de evaluación competencial implica el uso de un abanico amplio de instrumentos. Si bien las rúbricas se han convertido en el instrumento “estrella” debido, sin duda, a su alto grado de sistematicidad y, por tanto, objetividad, es posible que en algunas situaciones de evaluación pueda ser más conveniente el empleo de otros. En este artículo presentaremos dos de ellos: las listas de control y las escalas de estimación.
¿Cuándo emplear una rúbrica?
La elaboración de una rúbrica supone redactar un conjunto de indicadores graduados de corte descriptivo. Aquellos que hayáis participado en el proceso de elaboración de una rúbrica sabéis el tiempo que lleva realizar un instrumento de calidad. Además, en ocasiones no es fácil o no es factible realizar una graduación de desempeños. Por otro lado, a veces nos encontramos rúbricas cuya interpretación es más compleja que la propia actividad objeto de evaluación. Todo esto nos puede estar indicando que a lo mejor la rúbrica no es el mejor instrumento de evaluación en el caso que nos ocupa.
Con carácter general, recomendamos emplear una rúbrica cuando queremos evaluar desempeños significativos en tareas de especial complejidad en la evaluación (proyectos, investigaciones, presentaciones orales) para superar la imprecisión o la subjetividad.
Alternativas a las rúbricas
Las listas de control o listas de cotejo
Son instrumentos de registro de datos que permiten observar si un tipo de aspecto evaluado se ha alcanzado o no. Son muy adecuadas para valorar tanto los procesos de enseñanza (si el grupo se aparta o construye significativamente contenidos) como los de aprendizaje. Resultan útiles, por ejemplo, para evaluar los resultados de una actividad con una temporalización concreta y que no se va a valorar en términos de evolución en el tiempo.
Mostramos, a continuación, una lista de cotejo para evaluar la actividad “Entrevista al currículo oficial”, en la asignatura de Didáctica e innovación curricular. Este instrumento puede servir de base a todos aquellos profesores que estén empleando esta técnica en sus asignaturas. Solo tendrían que sustituir los indicadores que evalúan el contenido específico de la asignatura (en este caso, los cuatro últimos indicadores).
Entrevista al currículo |
Ptos. |
SÍ |
NO |
Observaciones |
El titular cumple su función (es conciso, atractivo…) y es pertinente al contenido de la entrevista. |
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Los protocolos de saludo y presentación son adecuados. |
1 |
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Las preguntas y las respuestas están redactadas correctamente desde el punto de vista morfosintáctico y ortográfico. |
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Presenta una propuesta creativa (juega con algunas preguntas clave de ironía, humor…) |
1 |
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Se hace referencia de forma correcta a la función del currículo (para qué sirve). |
1,5 |
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Se hace referencia de forma correcta a los elementos que componen el currículo. |
1,5 |
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Se hace referencia de forma correcta a las fuentes de fundamentación. |
1,5 |
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Se hace referencia de forma correcta a los distintos niveles de desarrollo curricular. |
1,5 |
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Las escalas de estimación
Constituyen un instrumento de registro que se adapta bien al seguimiento de la asimilación de contenidos. Las más utilizadas son las tablas de doble entrada que recogen los aspectos a evaluar y una escala para valorar el logro de cada uno de ellos. Esta escala puede ser:
- Cualitativa: Siempre, Frecuentemente, A veces, Nunca; Muy bien, Bien, Regular, Mal…
- Numérica: 1-10, 1-4, 1-5…
Mostramos, a continuación, una escala de estimación que podría servir de base para la evaluación de trabajos. Un aspecto muy importante a tener en cuenta es que, si apostamos por el empleo de una escala en vez de una rúbrica, tenemos que asegurarnos de que los indicadores están formulados de manera suficientemente concreta para que no den lugar a la imprecisión y, por tanto, el instrumento no pierda objetividad.
ESCALA PARA EL ANÁLISIS DE TRABAJOS |
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Curso y aula: Tema del trabajo |
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Por último, recordamos que todos estos instrumentos no debería manejarlos el profesor en exclusividad, sino que los alumnos deben conocerlos y utilizarlos también los alumnos en el marco de situaciones de autoevaluación y coevaluación. Responden, de esta forma, al principio de evaluación formativa que debe regir cualquiera de nuestras situaciones de evaluación.