El Rector Mayor visita el CES Don Bosco
Todavía se respira la frescura de tu presencia. No has pasado, has estado en casa y permaneces. Tus gestos elocuentes, tu presencia cercana, tu mirada acogedora y tu palabra transparente han sido tu lección magistral. Tu eco subsiste en quienes hemos tenido la fortuna de escucharte.
Gracias Don Ángel por lo que nos has regalado: tu presencia.
Nuestro recibimiento amistoso se debía a que nos visitaba el X Sucesor de Don Bosco. Sin embargo, nos hemos encontrado con tu gesto amable, cercano y acogedor. D. Ángel, tu persona nos ha conquistado.
A muchos conocías por el nombre, que no se te había olvidado, ya que tu estancia en esta casa no era nueva. Ya nos recordaste en tu presentación que, en tu tiempo de estudiante de Filosofía en la Universidad Complutense, pasabas en nuestra biblioteca largas horas, que se convertían también en encuentros fecundos de escucha, acogida y amistades nacidas.
Estas fotos son la expresión plástica que recoge tu presencia en el CES Don Bosco, una memoria de vida que perdurará para siempre en el tiempo.
Un deseo para tu largo caminar: que Dios te acompañe siempre y que Don Bosco se reencarne en tus ojos, en tus manos, en tu cercanía y en tu palabra.
MILLONES DE GRACIAS.