Analizamos en esta ocasión las diferencias entre los métodos tradicionales educativos frente a las metodologías activas e innovadoras más habituales.

El objetivo es comparar el método tradicional con su versión innovadora, para comprobar qué elementos estamos utilizando correctamente en nuestro trabajo diario y de esta forma poder realizar una autoevaluación.

Para ello vamos a emplear la menos innovadora de estas metodologías, el trabajo en grupo, vs el trabajo cooperativo.

Trabajo en Grupo Trabajo Cooperativo
Objetivo: Completar el trabajo Objetivo: Aprender todos los miembros lo máximo posible
Existe interés por el resultado final Interés por el máximo rendimiento de todos sus miembros
Grupos homogéneos basados en la afinidad Grupos heterogéneos
Papel del docente: Evaluar Papel del docente: Intervención directa y supervisión del trabajo en equipo
Existen diferentes tipos de evaluación Fomenta la auto y coevaluación
Responsabilidad grupal Responsabilidad individual
Un único líder Liderazgo compartido
Sujeto pasivo Sujeto activo
No existe planificación La planificación es la base
No se requieren habilidades interpersonales Aprendizaje de habilidades sociales y comunicativas
Responsabilidad: Elección libre de ayudar a los demás Responsabilidad de ayudar a los demás
No existe estructura interna Estructura interna para el desarrollo del trabajo

Muñiz, I. J. C. (2016, 29 abril). diferencias entre trabajo en grupo tradicional y trabajo en grupo cooperativo. EcoAsturias. http://www.ecoasturias.com/index.php/23-aprendizaje-cooperativo/marcoteorico/26-diferencias-entre-trabajo-en-grupo-tradicional-y-trabajo-en-grupo-cooperativo

En la práctica

Analicemos uno de los ítems y situémoslo en la realidad de las aulas del Centro Universitario Don Bosco. En numerosas ocasiones podemos comprobar como el alumnado deja para el último momento determinados trabajos debido a una evidente falta de planificación. La causa se debe a que, en la metodología de trabajo en grupo, se delega dicha responsabilidad sin haber formado al alumnado en ello.

Sin embargo, cuando trabajamos desde el trabajo cooperativo, se debe formar al alumnado en cómo se planifica el trabajo para que no haya ineficiencias en la planificación. Por ejemplo, podemos marcar un calendario exhaustivo, con fechas intermedias de presentación, para facilitar la progresión y su posterior corrección. Otro modo de mejorar la planificación se basa en la consecución de micro metas, no basadas en fechas de entregas, si no en hitos alcanzables.

Para emplear de modo correcto esta evolución metodológica es pertinente destinar por lo menos una sesión para trabajar con los estudiantes la propuesta, ya que en muchos casos desconocen las peculiaridades del trabajo cooperativo porque en muchos centros no se ha instaurado como una práctica habitual.

La efectividad del trabajo cooperativo reside en que el grupo conozca el objetivo que persigue, la estructuración, las habilidades requeridas y en definitiva el compromiso grupal y personal que requiere.

Si disponéis de cualquier tipo de duda sobre como reconvertir alguno de dichos aspectos, estaremos encantados de orientaros para transformar y adaptar el método del modo más adecuado.

Albert Marqués