Sonia Martín, educadora social graduada en el Centro Universitario Don Bosco en el año 2020, obtiene el Premio Extraordinario de Grado 2019/20, otorgado por la Universidad Complutense de Madrid. Ahora nos cuenta cómo fue su experiencia en el CES Don Bosco.

Durante los cuatro años de carrera que estuve en la universidad pude acumular experiencias y recuerdos, conocer personas increíbles, y descubrir y reafirmar muchas veces lo que es mi verdadera vocación, la investigación social.

Para mí, el tiempo que pasé en el CES Don Bosco fue lo que más me ayudó, como seguro que lo fue para muchas más personas que han pasado por esta universidad a lo largo de los años y que lo será para las que pasarán en un futuro.

Creo que, para mí, fueron fundamentales tanto los compañeros y compañeras de mi clase, como el profesorado de la universidad. Mi clase podría representar muy bien lo que es la Educación Social; las preferencias en diferentes ámbitos, las diferentes formas de trabajar y, sobre todo, las diferentes formas de pensar sobre algo, pero al final todos teníamos el mismo fin, ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con las que íbamos a trabajar.

Por otro lado, la motivación con la que gran parte del profesorado imparten sus asignaturas, la relación tan cercana y la manera de guiarte y apoyarte en lo que más te gusta, aun habiendo acabado la carrera, es algo que destaco y me llevo de esta universidad.

Tras acabar la carrera, tuve la suerte de quedarme a trabajar en el piso de protección de menores donde realicé mis prácticas de cuarto y decidí matricularme en el Máster de Intervención Psicosocial y Comunitaria, en el cual estoy actualmente realizando unas prácticas de investigación social buscando “fundamentar y cuantificar los beneficios de los pisos de autonomía para jóvenes extutelados”, siendo esta una continuación del Trabajo Fin de Grado que realicé.

Premio extraordinario de la UCM del Grado en Educación Social
Premio extraordinario de la UCM del Grado en Educación Social

Más adelante me gustaría poder hacer un doctorado para investigar sobre la infancia y juventud en riesgo, ya que creo que aún hay muchos aspectos que no se han investigado lo suficiente o programas que no se han revisado desde su creación y/o de forma periódica, y es que considero que, en muchas ocasiones, somos los educadores sociales los que intervenimos de forma directa con los colectivos de riesgo, los que más carencias podemos detectar, mejoras podemos proponer y recursos podemos mejorar.

Creo que la Educación Social es una disciplina extensa y hay muchas opciones para elegir en qué y cómo trabajar, por eso es tan importante poder encontrar tu camino dentro de este mundo, descubrir lo que más te gusta hacer y poder llevarlo a cabo. Y para mí, el tiempo que pasé en el CES Don Bosco fue lo que más me ayudó en esto, como seguro que lo fue para muchas más personas que han pasado por esta universidad a lo largo de los años y que lo será para las que pasarán en un futuro.